jueves, 15 de marzo de 2012


Proyecto de Vida

“Sólo se merece la libertad y la vida aquel
que se esfuerza por conquistarla cada día”
Goethe.

La “empresa de ser hombre” es la más ambiciosa y la más difícil, pero la más necesaria en la vida de una persona. Sin ella no somos realmente personas, en cuanto que por el sólo hecho de venir al mundo o de crecer y desarrollarnos físicamente no tenemos una personalidad. Esta se conquista y se realiza progresivamente. Para lograrlo hay que estar constantemente haciéndose a sí mismo.

Es lo propio de la vida humana el dinamismo. No somos resultado de una máquina que produce en serie. Cada uno es un trabajo de artesanía peculiar, propio, único. En este sentido cada uno será lo que quiera ser, aunque no dependa enteramente de él. Lo que recibimos como dotación genética o como legado y dependencia del medio o del ambiente, no es tanto como lo que podemos hacer de nosotros libremente.

Cada uno forja su propio proyecto de vida y lo saca adelante como quien esculpe una estatua, su más preciada obra de arte, no para contemplarla como algo distante sino para sentirla, vivirla, encarnarla plenamente. Todo esto requiere esfuerzo y sacrificio. Vivimos en una sociedad, habladora, alborotada, ahogada en las cosas, que no descubre el valor del sacrificio o del dolor sino que les saca el cuerpo y en ocasiones protesta por su existencia. Forjar una personalidad fuerte, serena y atrayente tiene exigencias grandes, no contentarse con la medianía y aspirar a lo mejor. Cada uno es feliz en la medida de su querer y de su poder para volver realidad lo que espera de sí mismo.

Hacer realidad la felicidad
Para construirse a sí mismo hay que hacerse preguntas y responderse valientemente: ¿Para qué estoy en la vida? , ¿Qué quiero de mí mismo(a)?, ¿cuál es el contenido de la felicidad que busco? No basta decir que buscamos la felicidad. Es más importante saber en qué consiste esa felicidad. La condición humana responde a unas características esenciales, pero hay mucha distancia entre la vida biológica y la vida biográfica, es decir entre lo que soy por naturaleza y lo que alcanzo existencialmente.

No me llega esa felicidad corriendo de un lado para otro, sometiéndome a todo tipo de experiencias, o leyendo o sabiendo muchas cosas. Hay gente que sin moverse casi de su domicilio y de su trabajo madura enormemente, se ve que han logrado el objetivo porque centran sus esfuerzos en ser lo que quieren ser, lo cual no depende de coordenadas geográficas sino de coordenadas vitales, de la mente y del corazón.

Por las calles de las ciudades hay mucha gente que busca ansiosa la felicidad sin encontrarla. Su vida parece marcada por el “deseo sin esperanza” de que habla Dante en la Divina Comedia. Tal vez son arrastradas por el ideal del éxito económico y material o por el dar gusto a sus sentidos sin negarles nada, por la filosofía del placer. A la vez, a ellos mismos u a otros, el mundo se les viene abajo por una desgracia económica, por la falta de salud o por una contrariedad sentimental. Les puede el qué dirán o el ambiente que les rodea, lo que los demás son o tienen, o lo que piensan de ellos, o cómo los ven ellos y no descansan hasta tener lo mismo.
Para hacerse a sí mismo hay que vivir de cara a los demás. No podemos aislarnos o pensar que esa tarea depende sólo de nosotros. Nada más equivocado. Así como el hombre es un ser encarnado, un ser espiritual pero en estrecha e inconfundible unidad de alma y cuerpo, es también un ser conviviente, con una relación con los demás que es intrínseca o es arraigada en su propio ser. Es la dimensión de socialidad, sin la cual el hombre no se realiza como persona.

A veces miramos a los demás -ver por encima, superficialmente- pero no los vemos, es decir, no penetramos en su interior, que es lo importante. Nos quedamos en el atractivo, en la ropa, en el encanto físico o en la apariencia, pero no nos fijamos en la persona como tal, en sus cualidades esenciales, lo cual se logra sólo con el trato íntimo.

Para dar hay que tener
La persona tiene una dimensión de interioridad que respalda su acción exterior. Podemos llamarla vida interior, riqueza de intimidad, fuerza espiritual. Si le falta, entonces se sucumbe ante las dificultades, choca contra los demás, se agrandan los obstáculos, se aleja de los otros o se defiende con palabras que no nacen de lo hondo de sí mismo sino de las convenciones sociales que permiten guardar las apariencias o desempeñar un papel. El hombre necesita del silencio interior para poder entender bien sus propias palabras y para que ellas sean sonidos significativos, mensajes que llegan a su destino, que se entienden porque revelan una vida vivida.

El mucho ruido corre paralelo a la actividad incesante por quedar bien o por lucir las conquistas materiales o profesionales como un trofeo de caza. Como aquel autor que se dedicaba un libro más o menos con estas palabras: “A mí mismo, a quien no doy todo lo que me merezco”. El orgullo, la vanidad del propio logro ocupa demasiado espacio, a costa del espacio que deberían ocupar las personas.

El precepto socrático “Búscate en ti mismo” no es una invitación al egoísmo sino a la vida interior. Para que esa búsqueda tenga sentido hay que cultivar el espíritu, las facultades superiores, la llamada conducta activa, inteligente y voluntaria, enraizada en el deseo, los sentimientos, la motivación, toda la esfera afectiva de la personalidad.

Es cosa bien sabida que nadie da de lo que no tiene, pero lo que hay que tener son no sólo cosas, sino lo más fundamental: un querer definido que se traduce en decisiones y en propósitos de vida que son los cimientos sobre los que se construye el propio proyecto de vida, lo que nos hará felices y capaces de brindar esa felicidad a los demás.

Sentido de la vida y aspiración a la plenitud
Pero nadie puede responder por su propia vida de un modo absoluto, a pesar de la autonomía de la voluntad y del ejercicio de la libertad que todos tenemos. El único que responde plenamente por nosotros es Dios, quien nos hizo. Con el tenemos la dimensión de religación o relación constitutiva, que mucho tiene que ver con la pregunta por el sentido de la vida. Miguel Ángel mirando al Moisés ya terminado lo golpeaba suavemente y le preguntaba: “¿Perché non parli?, “Por qué no hablas?” Es decir, había quedado tan perfecto que sólo le faltaba hablar. Y cada uno de nosotros es infinitamente más que esa mole de mármol por muy bien tallada que esté. Dios y los demás hombres preguntan a cada uno de nosotros: ¿Por qué no hablas?”

Si hemos sido hechos tan perfectos, con un espíritu que tiende al infinito, con un ansia de felicidad que no se colma plenamente en la tierra, ¿por qué dejamos que las cosas que no llenan el espíritu acallen la voz del alma?, ¿por qué el consumismo y el activismo no nos dejan vivir en comunicación personal con los demás, y ésta se reduce, muchas veces, a parloteo superficial, a hablar del clima, de la moda, de la comida y muy poco de los bienes esenciales (vida, amor, verdad, trabajo, libertad, fe...)?

Miguel Ángel decía también, contemplando las piezas de mármol antes de ser trabajadas: “Ahí está. Sólo hay que quitarle lo que sobra”. Hay mucha cosa en nosotros que sobra: pereza, comodidad, vanidad, aburguesamiento, indolencia. Para vivir nuestra razón de ser, nuestro servicio a la sociedad, hay que levantarse encaramarse sobre sí mismo para divisar mejor a los demás. Para hacerse a sí mismo, hay que utilizar mucho cincel y martillo contra el material noble pero informe que existe en nosotros y así modelar nuestra propia personalidad, no simplemente nuestra singularidad para llamar la atención.

Hay que trabajar mucho –trabajo formativo y productivo–, prepararse bien humana e intelectualmente, profesionalmente. Sin prisa pero sin pausa, dar más, si queremos estar en el frente de la batalla por buscar una sociedad mejor, que sólo puede hacerse con hombres o mujeres mejores, con capacidad de rebeldía frente a lo rutinario, a lo establecido, al conformismo o a la pasividad.

A veces se es rebelde frente a los deberes pero no frente al adocenamiento, a la uniformidad de las conductas colectivas. Hay que ser rebeldes ante todo lo que nos arrastra hacia abajo. Vivir menos pendiente de uno mismo y más atento a lo que ocurre fuera de nosotros.
Uno de los obstáculos más frecuentes hoy para poder vivir esa disponibilidad es la sensualidad como fenómeno que tiende a invadir la persona. La publicidad, la televisión, las imágenes, constantemente nos bombardean. Todo centrado en el placer y en el confort, en satisfacer todo género de deseos. Vivimos en una sociedad erotizada, en la que por todas partes se estimula, se excitan la sensualidad y la sexualidad. Hay demasiado cuidado por el cuerpo. La gente se pasa horas en un sauna y les cuesta concentrarse para leer un libro o simplemente para pensar un problema. Es el culto al cuerpo que puede conllevar el desprecio del alma.

Un obstáculo para superar
La sensualidad encadena progresivamente al hombre si no la controla. Es la esclavitud que experimentamos cuando jugando con el fuego nos quemamos, quedamos marcados por ese fuego y por la búsqueda repetida y encadenante de las mismas experiencias. Son esas esclavitudes que no se ven pero que existen y condicionan a la persona. Incluso la rebajan, le merman fuerzas para elevar su espíritu. Son también fuente de angustia, de incertidumbre, de ansiedades de diverso orden. Los sentidos del hombre no se contentan con una medida razonable. Siempre quieren más. Por eso, por ejemplo, el hombre come normalmente más de lo necesario.

No es extraño que ocurra lo mismo en la sexualidad, bien sea en la autosatisfacción como en la hetero satisfacción. Siempre queda un vacío, un desgarramiento que cauteriza en forma de acostumbramiento, de rutina, de reiteración del deseo, de reconstrucción placentera con la imaginación de todo aquello. Tarde o temprano el hombre explota por dentro, se da cuenta pueden hacer con nosotros. Y eso genera otro tipo de dependencias. Somos “capaces de Dios” -como dice la antropología cristiana- pero también capaces de abismo, de esa brecha que se abre en el alma, que no es otra cosa que la nada que habita en nosotros, esa tendencia a la disolución, al abuso de los sentidos, al culto al cuerpo más que al alma, que refleja una falta de coherencia, de unidad de vida.

El hombre puede comprometer su libertad en cuanto le arrastra el erotismo, la sensualidad desbordada. La exaltación de los sentidos puede ser fatal, aniquiladora. En cambio, con el dominio de las pasiones, el hombre purifica su libertad, la fortalece, la hace capaz de renunciar a muchas cosas incluso lícitas, lo cual es fuente de valores y de virtud.

La navegación del hombre en la vida le exige preparación, conocer bien lo que quiere y lo que sabe, saber para dónde va. Si no hay rumbo, se puede quedar uno dando vueltas sobre el mismo punto sin darse cuenta de que no avanza. Séneca lo expresaba en su conocida sentencia: “Vivir no es necesario, navegar sí”, o sea, saber para dónde se va, tener un rumbo definido. Lo dice él mismo con otras palabras: “No hay vientos favorables para aquel que no sabe dónde ir”. Pero sabiendo dónde vamos, no todo está resuelto, porque hay que caminar, afrontar dificultades, poner a prueba la libertad y responsabilidad personales del deterioro que produce el vivir para satisfacer los deseos, para el placer, para las relaciones sociales aparentes, para conseguir el éxito económico y material.

Aunque a veces se ensordece la conciencia, pero de pronto viene alguna experiencia en la que se produce una fisura en la masa del placer. Viene la tristeza, a veces la desesperación Entonces se va al siquiatra o al psicólogo a ver qué

Proyecto de vida: una búsqueda permanente
Es la lucha permanente en la persona entre lo que lo perfecciona y eleva, y lo que lo rebaja o envilece. Es la tensión que Agustín encontraba entre lo que llamaba libertad menor, o libre arbitrio que escoge entre varias cosas, y libertad mayor, que crece cuando el hombre busca la plenitud y el sentido último de su vida fuera de sí mismo en quien lo creó, en Dios. Sin él la libertad se vuelve fugitiva, escapa a su verdadero sentido, a lo que realiza plenamente al hombre.
La libertad es una conquista progresiva, radical. Hay que elegir, hay que comprometerse, hay que aspirar a más. Los tres son aspectos de la libertad auténtica, ligada estrechamente a mi ser, confundida con él. Hay que vivir de cara al futuro porque en él hacemos la vida, somos libres. Desprenderse del pasado, de lo que nos arrastra hacia atrás, de la rémora, para avanzar decididamente a la conquista de la felicidad.

La paradoja de la existencia humana es –en palabras de San Agustín– ir buscando ser más que hombre, en cuanto no podemos quedarnos en lo natural, en lo que somos por naturaleza, sino que hay que buscar en la existencia de cada día adquirir la personalidad. Sólo siendo, viviendo, aspirando a la plenitud, tenemos unidad de vida, coherencia entre lo que pensamos y vivimos, entre lo que queremos ser y somos, entre nuestros ideales y sueños y la realidad que palpamos.

Lo importante es ver esta perspectiva, así sea una sola vez en la vida y de ahí en adelante abrazarnos con seguridad a ella. Es un problema de fidelidad a la vida. La fidelidad es una decisión que baña toda la vida. Sería muy fácil si bastar con decir sí. No, es un sí por adelantado en forma de propósito no sólo de decisión frente a determinados acontecimientos.

Es, en último término, una actitud permanente de poner la mirada, como hacen los navegantes, en las estrellas -ideales, sueños, locuras, utopías- para que los orienten y así poder llegar a buen puerto. O dicho con palabras de Nietzche: “Quien tiene un porqué para vivir, encontrará siempre el cómo”.
Tener siempre una meta por la cuál vivir nos permite tener

“¡Emoción por Existir!

jueves, 18 de noviembre de 2010

¿ QUE ES BENDECIR ?

jueves, 1 de julio de 2010

PARA TODOS LOS SERES QUE QUIEREN HACER UN CAMBIO



PARA TODOS LOS SERES QUE DESEEN HACER UN CAMBIO.


Quería hoy por sobre todas las cosas invitarlos a reflexionar… a abrir los ojos para empezar a mirar el camino que nos muestran los desafíos de esta vida tan incierta, y bella a la vez!
Pues sí!! A pesar de los dolores, de las pérdidas, a pesar de que ni la plata, ni el tiempo alcancen, a pesar de haber perdido un gran amor…, a pesar de las riñas familiares, a pesar de todo eso que nos duele, hay que dejar de lamentarse, y aprender a descifrar las verdaderas señales de todo eso, qué es lo que se me muestra en esta oportunidad, que me está causando el síntoma de sentir dolor”…pues es nuestro espíritu que se queja de nosotros mismos y nos dice “ ¡Basta! Basta! Basta!! De tantos egos, de tanta hipocresía! Basta! Basta!! Basta!! y empezar a vivir en serio, a preguntarnos qué es lo que debo hacer para vivir en armonía, qué es lo que mi alma necesita para ser cada día mejor, y buscar la felicidad!! Y por sobre todas las cosas aprender a ser libres!! Pues les aseguro que es posible y la libertad está dentro nuestro , pues soltando las riendas de los egos, rompiendo los hierros de los pensamientos dañinos, soltando las estructuras de los malos aprendizajes de la crianza, soltando todo lo que nos aferra a las malas costumbres, …buscando ser como nos dicta el espíritu, pues él siempre nos habla!! Y nosotros le damos vuelta la perilla del volumen de tal forma que no escuchamos su voz!!
Bueno quería solo eso!! invitarlos a reflexionar sobre la vida que cada uno lleva, y que no es más que la que uno ha buscado y ha elegido, todo el tiempo estamos eligiendo, pero sin consciencia, y ahí está la clave, TRATA DE SER EN CADA MOMENTO LO MÁS CONSCIENTE QUE PUEDAS!! La consciencia te conecta con tu ser , con tu luz interior, con tu esencia más noble, con lo que has venido a hacer en esta vida…
Todos tenemos una noble misión en este mundo…, te lo has preguntado alguna vez cuál es la tuya?? … Pues pregúntaselo a tu interior, conéctate contigo mismo pero desde el corazón, olvídate del qué dirán , de las apariencias, de las caretas, de los egos, olvídate de los cumplidos, de las hipocresías, aférrate a Ti, a tu alma, y así reencontrándote contigo, empezando a quererte , a amarte, recién ahí estarás lista para empezar a mirar hacia los demás y a quererlos realmente, porque imagínate si no te quieres tú mismo, cómo vas a querer a los demás??
Así, haciendo esta reflexión , te aseguro que puedes empezar a caminar por el mejor camino que se te cruce, pues eres libre de elegir tu destino, y minuto a minuto lo estamos eligiendo, …no es imposible, aprendamos a ser felices!! Para eso hemos venido a esta vida, para ser felices!! No cuesta tanto, reflexiónalo y empieza ahora mismo, que el estar mejor con uno mismo lo merecemos nosotros mismos y todos los seres que nos acompañan en esta hermosa obra teatral que es la evolución de nuestra alma, la cual todos los seres que nos rodean nos ayudan en cierta forma a crecer, hay que aprender a descifrar , a liberarnos, a sentir , a disfrutar, a elegir lo mejor, a valorar, a soltar, a dejar los egos, a AMAR , y AMARNOS!!...
A EMPEZAR A CONSTRUIR UNA NUEVA VIDA, UN NUEVO MUNDO, aunque muchos ya nos avecinan que le queda muy poquito a este mundo, lo mismo intentarlo, aunque sea intentarlo!!
Vale la pena, te lo mereces, y todos lo necesitamos y lo merecemos!! Que vos y yo seamos cada día mejores, la humanidad lo necesita!!
Con el mayor AMOR que se merecen , de todo corazón su Amiga

viernes, 4 de junio de 2010


¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende
En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

La Salud y Las Emociones

¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional.
Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas.
El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar.
Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.

¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.

¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.

¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.

¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil! Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.

¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.

¿ Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.

¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera.
La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el "debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro.
El estrés es otro de los males de nuestra época. El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie.
El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior.
Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.

¿Qué es para usted la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.
Vivir el Presente

¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.

¿Tan confundidos estamos, en su opinión?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.

¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora.
El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena. En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil. Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama.
Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor. pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad. Pero a veces nos sentimos atados a un amor. Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego. Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.

¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate.. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro. Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.

jueves, 13 de mayo de 2010

VISION INTERIOR- ¿REALMENTE QUIERO CAMBIAR?


¿REALMENTE QUIERO CAMBIAR?
Nuestra vida ya comienza con un corte radical… Pasamos de una mullida y calurosa simbiosis con
nuestra madre, a entrar ¡¡¡en este mundo!!! Pasamos de dentro, afuera, de la oscuridad a la luz.
Estábamos acogidos en un lugar muy interno e íntimo, tamizado sus ruidos en un profundo sigilo,
envueltos en su calor. En este lugar nos formamos, dormimos, bostezamos, bebemos, nos
nutrimos, crecemos. De golpe, sufrimos una separación que supone un desgarre, para pasar de
pronto a un lugar donde sentimos frío por primera vez, donde nos ciegan luces fuertes, y nos
asustan ruidos estridentes... Extrañamente solo/a, separado/a, en un mundo lleno de sensaciones
desconocidas… ¡No es nada raro que el cambio nos asuste tanto! Este es el origen de que
cualquier situación de cambio nos de pánico, ya que revivimos la separación inicial que recordamos
como un “no te quiero”.

Si has tenido la suerte de que unas manos amorosas te colocaron enseguida junto al pecho de tu
madre, seguramente los cambios te darán menos miedo… El bebé puede mirar este mundo nuevo
con asombro e interés, apoyado en el contacto piel con piel, con el calor y el olor conocidos. Si has
tenido esta suerte, serás uno de los afortunados a quien lo nuevo asusta menos. Cuando somos
adultos, el cambio viene a recordarnos esta primera separación, lo que hace lógico que quieras
quedarte en el conocido lugar donde te encuentras, aunque no seas feliz. Cada vez que comienzas
algo nuevo, como este curso, pueden cambiar muchas cosas.

Para por unos segundos de leer. Cierra los ojos y pregúntate ¿qué siento ante esta perspectiva?
Hazlo.

A veces decimos a los 4 vientos que añoramos algo distinto, un nuevo trabajo, una nueva pareja,
cambiar de ciudad, incluso dedicarte a algo que tu entorno considera insólito y absurdo, pero que tu
alma anhela profundamente y que sabes que te debes. Honrar nuestra alma atreviéndonos a
cambiar, es como tirarse al vacío y confiar en que tendremos alas para volar; entonces, las
tendremos... Si la oportunidad apareciera delante de ti ahora mismo: ¿vas a lanzarte realmente?
¿Estás preparada/o para ello?

También puede ser al revés. Acomodados en nuestra rutina, si miramos con honestidad hacia
adentro, quizás descubramos que en realidad ni lo queremos. Puede ser una fantasía que
mantienes, para no disfrutar del aquí y ahora. Si es tu caso, pregúntate: ¿me doy permiso para
disfrutar de todo lo que tengo?

AFIRMACIÓN: “¿Por qué no ahora? Sí, lo hago.”

Lo mismo pasa internamente.
A veces añoras un estado de ánimo distinto, más alegre, o más leve, o menos dramático, o más
responsable, o más libre… ¡Pero no acabas de tomar la decisión de alcanzarlo! Te dejas vencer por
la inercia de lo conocido. El hábito tiene mucha fuerza y nos resignamos. Esto nos hace
inmovilistas. Cualquier pequeño cambio nos marea, nos asusta. Queremos mantenerlo todo
“quieto/parado,” para sentirnos seguros/as y sentir que la situación está bajo control, aunque
vivamos vidas grises y nos convirtamos en hombres y mujeres grises.

¿Te suena? Si esto te pasa a ti, el mero hecho de estar leyendo estas líneas ya es un gran merito.
Pero… ¿de verdad crees que es posible tenerlo todo bajo control?

Igualmente está el caso contrario: ¡no aguantas la inmovilidad! Necesitas cambios continuos,
moverte, probar cosas nuevas sin cesar, lo cuál no quiere decir que no tengas también miedo. Es el
miedo de sentirte, de estar. Una sed de novedad y de exploración. Es imposible estabilizarse,
aguantar la rutina. Al cabo de un tiempo hay que cambiar lo que sea. Correr, correr, consumir la
vida para huir de dentro. Un proyecto después del otro esperando que el siguiente vaya a ser el
definitivo. Una sed insaciable de algo que todavía no has conseguido encontrar. Siempre detrás de
emociones fuertes. Sin el “chute” de los altibajos, es como si la vida no tuviera interés. Lo cotidiano
es gris, muerto, anodino: ¡hay que huir de ello como sea!

Para un poco y siente. Entre estos dos extremos, ¿dónde estoy yo?


INSTRUCCIONES
Si has leído con atención las instrucciones de la 1ª lección, recordarás que contenían varias
indicaciones. Es hora de ver hasta donde las has podido seguir. Es importante que sepas que este
curso no está pensado para crearte nuevas y pesadas obligaciones, ni que lo lleves como una
carga. La intención es que vayas cogiéndole el gusto, hasta llegar a echarlo de menos cuando por
algún motivo no lo puedas hacer…
Si has leído el texto una sola vez, ya una pequeña información ha entrado en tu sistema de
creencias. Información es poder; información es lo que permite poner orden, comprender, ampliar tu
visión. Es un antídoto para el sufrimiento. Si lo has leído dos veces, mejor. Si fueron dos veces cada
semana, mejor todavía. Si lo has hecho diariamente, a excepción de un par de días en que no
pudiste, ¡enhorabuena! La intención del curso es que cada vez que lo olvides o lo dejes de lado,
llegue otra lección, animándote a retomar, a recomenzar cada vez, hasta que finalmente se
establezca el hábito placentero de dedicar unos minutos a ti mismo/a y a tu interior cada día.

AFIRMACIÓN: “¿Por qué no ahora? Sí, lo hago.”

Relee lo que has escrito sobre los 2 ejercicios de la quincena anterior. Recuerda lo que has sentido
al hacerlos y lo que contestaste a las preguntas formuladas.

EJERCICIO INTERIOR
1ª semana: Estamos hablando de cambiar. Es hora de contemplar tu historia personal y ver cómo
has vivido los cambios importantes de tu vida. A veces, irte del pueblo a la ciudad, de un país a otro
o hasta de un colegio a otro te ha marcado de tal manera que esta experiencia va a determinar tu
forma de afrontar cualquier mudanza... Si el resultado fue satisfactorio, te dio seguridad, amplió los
horizontes de tu vida, serás de los que ven los cambios como algo súper positivo y auspicioso. Si
por lo contrario, las cosas salieron mal, la felicidad anterior se cortó de forma abrupta y
desagradable, te quedaste desplazado y siguieron años de sufrimiento, entonces te defenderás de
las grandes transformaciones y preferirás quedarte donde estás, sin mover ficha, aunque sufras…


Así que sugerimos que abras tu cuaderno y hagas una lista de los principales cambios por los que
pasaste en tu vida, desde la infancia hasta el día de hoy. No saltes ninguno, aunque te parezca de
menor importancia. Puedes ir completando la lista durante la semana, pues a lo mejor recuerdas de
repente una muerte que te ha marcado, o aquel amigo/a que desapareció de tu vida, o aquella
temporada en otro lugar, de la que te habías olvidado...

2ª semana: Esta semana vas a retomar tu cuaderno y repasar la lista de experiencias en las que tu
vida pasó por un gran cambio. Subraya la más significativa de todas, luego la siguiente y otra más.
A continuación, dale un título a la más significativa, revívela emocionalmente y luego descríbela en
el cuaderno con el mayor detalle posible, con especial énfasis en tus sentimientos. Pasar al papel
tu vivencia va a ser el primer paso para limpiar cada escena de su carga emocional.


Cuando termines la primera, deja que pase un día o hasta dos.
Luego sigue con la siguiente escena, repitiendo los mismos pasos.
Después de otra pausa de un día, acomete la 3ª escena, siguiendo las indicaciones.
Si sientes que alguna de las escenas menos importantes está muy cargada emocionalmente, sigue
el mismo procedimiento.

EJERCICIO PRÁCTICO
Localiza un hábito tuyo: la forma de desayunar o de poner la mesa, el hábito de leer el periódico de
una forma determinada, encender la tele al llegar a casa... lo primero que se te ocurra. Esta
quincena altera este hábito solo un poquito y mira cómo te sientes con esta variación.

VISION INTERIOR- EL NACIMIENTO


EL NACIMIENTO
Esta es la primera lección del curso “Viaje Interior”. El primer encuentro dentro del ciclo de la vida
se produce al nacer... y ahí empieza el viaje de cada uno. Cada vez que presenciamos un
nacimiento, experimentamos inevitablemente asombro, alegría, excitación: perplejidad ante la
fragilidad de un recién nacido y, al tiempo, estupor ante la magnificencia de la existencia humana.
De golpe, nos encontramos cara a cara con los misterios de la vida y de la muerte, nos quedamos
sin palabras ante las incógnitas de la existencia. Fuera de nuestra visión se ha ido gestando un
ser, completo, perfecto, listo para vivir todo un desarrollo único, personal e intransferible, aquí en
este plano físico… Cuantas veces en la vida nos encontramos con la materialización de algo que
se ha ido gestando dentro o fuera de nosotros, a veces sin darnos cuenta del proceso, como
cuando un coche sale de un túnel de repente, sin que hayamos visto el recorrido... Tomar
conciencia también es darse cuenta de lo que ocurre más allá de lo visible y tangible: un
nacimiento nos coloca ante todas las preguntas existenciales que, en algún momento de nuestra
vida no hemos podido evitar ni responder: “¿Qué hacemos aquí? ¿Quiénes somos? ¿Para qué
todo este tinglado?”

El curso que nace con esta lección se ha ido gestando a lo largo de más de 20 años de atención
interior, de investigación y experimentación con la psique humana. Pretende colocarnos ante
estas preguntas y ante el misterio de la existencia. Queremos investigar juntos y que juntos
vayamos desvelando verdades. Que tomemos conciencia de la pequeñez de la existencia
humana y al tiempo de grandeza inigualable del ser humano, de sus ilimitadas posibilidades y del
potencial grandioso que se esconde en nosotros.

Un recién nacido nos coloca ante esta grandeza, pero también nos hace concientes, de golpe, de
que este pequeño ser necesita un sin fin de cuidados, aquí en el plano corporal. Hay que
proveerle de todo, alimentarle, limpiarle e, igual de importante, darle calor y contacto, estar atentos
24 horas a sus necesidades. Igualmente aquí nos damos cuenta de que necesitamos hacer esto
mismo con nuestra alma, con nuestras emociones, con nuestro cuerpo. El crecimiento personal
comienza aquí en el mundo del día a día, en tu trabajo, con tu pareja, con tus hijos, con el
enriquecimiento de tu rutina. Ordenar nuestra vida aquí en el plano físico es la base del trabajo
interior. Una casa se comienza por los cimientos, no por el tejado…


La pequeñita criatura, con su fragilidad y su sensibilidad, toca nuestro corazón. Esta sensibilidad,
en realidad, también la seguimos teniendo hasta el día de hoy. Muchas veces pensamos que
nuestra sensibilidad es nuestra debilidad, porque nos hace sentir demasiado, porque no
conseguimos controlar nuestras reacciones, porque nos desborda. ¡Pero no es así!... La
sensibilidad es un gran regalo, es nuestra gran riqueza, es la que nos llevará a percibir lo que está
más allá, a tocar el mundo sutil con un dedito, es la que nos permite gozar de estar vivos y es la
que permite que el vivir sea una experiencia única e maravillosa. Sin la sensibilidad presente cada
instante, todo se hace rutinario, gris, automático, sin jugo. ¡Aprender a usar nuestra sensibilidad a
nuestro favor y no en contra nuestra es otra meta que está naciendo hoy!

Cada segundo nace una vida nueva en algún lugar del planeta y, como todo está unido, también
tenemos constantemente el poder de renacer y generar en nosotros mismos algo que antes no
existía. La verdad es que cada uno de cada segundo de nuestra vida podemos aprovecharlo para
avanzar hacia un lugar interno más amplio, más sabio y más seguro… Solemos olvidar que esta
opción está disponible 24 horas sobre 24 horas y, si así lo queremos, aquí y ahora podemos abrir
una dimensión nueva en nuestro interior. ¡Tenemos este don y podemos aprovecharlo! Cada don
que no usamos pasa a trabajar en contra nuestro, porque las energías quieren ser usadas, ya que
para eso fueron creadas. ¿Por qué no explorar al máximo todas nuestras capacidades, virtudes y
posibilidades? Con esta intención empezamos hoy, todos juntos, nuestro “Viaje Interior”.

El siguiente paso va ser explorar nuestra actitud ante lo nuevo, el miedo al cambio, que a veces
hace que ignoremos y desaprovechemos lo que es nuestro, simplemente por el hecho de existir.
INSTRUCCIONES
En esta primera lección vamos a indicar las directrices principales para lograr el máximo beneficio
de este curso:

El texto anterior debe ser leído DIARIAMENTE una vez, con atención plena. Para ello, imprime la
página anterior y escoge el momento más adecuado de tu día para su lectura.
Trata de hacer de ello un hábito, como lavarse los dientes o peinarse. ¡Ojo! Aunque en algún
momento te parezca que lo puedes dejar para más tarde, no lo hagas. Crea el hábito.

Es un texto corto, pero contiene un gran poder de expansión. Nuestra mente necesita repetición
para absorber completamente conceptos nuevos. Sólo con la repetición las ideas calan dentro de
nosotros, pasan a interactuar con nuestro sistema de creencias, y cuando se hacen orgánicas
empiezan a dar frutos. La repetición hace que la idea vaya profundizando y cuando menos te lo
esperas, pasas a encontrar puntos de vista nuevos y soluciones que antes nunca se te habían
ocurrido. Estas certezas te vendrán espontáneamente, sin que tengas que elaborar gran cosa.

AFIRMACIÓN: “AHORA, ES LO ÚNICO QUE EXISTE”
v iajeinter ior@crecimientoper sonal . com ♦ + 34 917 43 6 59 4 ♦ www. crecimientoper sonal . com
Te recomendamos que te regales hoy mismo un cuaderno bonito, que te dé gusto tocar y mirar.
Escribe en su capa o en la primera página: “Viaje Interior”. En él vas a dejar la reseña de tus
descubiertas y de tu progreso. A menudo te pediremos que escribas algo, como parte de un
ejercicio. Este será tu “diario de viaje”.

EJERCICIO INTERIOR
1ª semana: (hacerlo una sola vez durante la semana)
Después de leer el texto, busca un rato (unos 10 minutos), en el que puedas estar solo/a y sin
interrupciones. Siéntate, cierra los ojos y respira profundamente unas cuantas veces, soltando
cualquier tensión que puedas tener, hasta sentirte relajado/a y tranquilo/a (muy importante).

Ahora, recuerda si has presenciado el nacimiento de un niño (si no es así, probablemente has
presenciado el nacimiento de algún perrito/gatito, o algún animal domestico). Vuélvelo a revivir,
recordando segundo a segundo todas las emociones que sentiste en aquel momento. Permite el
tiempo necesario para que afloren los sentimientos que tuviste.

Date cuenta de que es una situación más intensa y muy diferente de la experiencia cotidiana.
Toma conciencia de que lo que estás viendo te pone en contacto con una dimensión misteriosa de
la existencia. Esta dimensión desconocida está ahí siempre, mezclada en la cotidianeidad,
presente y activa, aunque nos olvidemos de ella y no la presentemos atención.
Observa tu apertura para explorar y conocer esta dimensión olvidada en ti. ¿Quieres conocer los
misteriosos mundos que se encuentran dentro de ti? ¿Te excita este viaje en busca de tus
espacios más luminosos y plenos? ¿Cuál es tu expectativa? ¿Qué añoras alcanzar?
Al terminar, escribe en tu cuaderno lo que sentiste y cuáles son tus anhelos.

2ª semana: Busca un momento para repetir el ejercicio anterior. Al terminar, toma nota de la
diferencia con respecto a la primera vez en que hiciste el ejercicio.
EJERCICIO PRÁCTICO
Dentro de estos 15 días, ¡vamos a empezar algo nuevo! Algo que nunca hiciste antes.
Puede ser algo a lo que no te has atrevido nunca, o algo que vas posponiendo hace tiempo, o
algo que te ha dado apuro/recelo hacer, pero siempre has deseado. Puede ser un curso (pintar,
bailar, crear algo…), ir solo/a a algún sitio, hacer algo que te da vergüenza, darte un regalo o
capricho que te negaste, llamar un amigo para pedirle algo, decir a alguien que le quieres…

AFIRMACIÓN: “AHORA, ES LO ÚNICO QUE EXISTE”
v iajeinter ior@crecimientoper sonal . com ♦ + 34 917 43 6 59 4 ♦ www. crecimientoper sonal . com
¡Tienes 15 días para hacerlo!
¡¡¡No lo dejes para el último momento!!!
Y mira como te sientes…

domingo, 20 de diciembre de 2009



NO HAY NADA MEJOR EN LA VIDA.

No hay nada mejor en la vida
que tener todo al natural
sin artificios ni apariencias,
desde nuestra propia imagen
hasta la ética social y humana
porque ¿ de qué vale la belleza
de lo material y del semblante
de hermoso atractivo
sino llevamos por dentro
la honestidad y la nobleza?
¿de qué vale vislumbrarnos
con la gala corporal y física?
sinó tenemos la cultura abierta
a la integridad y la donosura
de la bondad y del talento?
¿de qué vale transitar mostrando
portes que no merecemos,
si llevamos vacía el alma
de bellas emociones
y rotos los sentimientos?
¿de qué sirve mostrar gallardía
y don de gentes, si nuestra sabiduría
pauta de la mediocridad?
No hay nada mejor en la vida
que tener todo al natural
y no poder caminar arrastrando nuestros pasos?
No hay nada mejor en la vida
que tener todo al natural
y vivir sin duplicidad de lo simulado
¿de qué sirve estar seducido
por un encanto que en el fondo
no es más que una flor fútil
que no tiene nada que dar
y que solo ve franquear su vida
con las condiciones al modo
en que se debe vivir.
No hay nada mejor que respirar
los perfumes sencillos y delicados
de un afecto que no antepone
sofismas ni nada vulgar
a los verdaderos valores
que lleva dentro del corazón.
De Alvar Duar